Mi Sitio: Home | Fotos |



EL VALOR DE LA AMISTAD

Hoy después de despedir a un gran amigo, me he puesto a pensar en lo grande, y enriquecedora que es una amistad cuando es transparente y sincera. Y es que finalmente llegas a descubrir y comprender lo que la Sagrada Escritura nos dice: “Un amigo fiel es poderoso protector; el que le encuentra halla un tesoro. Nada vale tanto como un amigo fiel; su precio es incalculable. Un amigo fiel es remedio saludable; los que temen al señor le encontrarán. El que teme al Señor es fiel a la amistad y como fiel es El, así lo será su amigo” (Eclo. 6, 14 – 16).

Estoy seguro que quie
nes han vivido la experiencia de contar con un amigo que siempre se ha mostrado preocupado por ti, que siempre ha estado atento a tus cosas, que siempre ha tenido un espacio para sus amigos, me podrán entender.

Formo parte de un grupo de parejas cristianas que desde hace buen tiempo venimos compartiendo la alegría de integrar un grupo de formación cristiana, al cual pusimos por nombre “Betania”, sin percatarnos quizás que al igual que Lázaro, Martha y María, tendríamos la dicha de aprender de un buen sacerdote, que hay que saber vivir de la mejor parte, es decir hay que saber vivir de Dios.

Hoy puedo decir que gracias al apoyo y dirección espiritual de padre Javier Purón S.J. ; nuestro grupo se hizo fuerte, y sobre todo como esposos cada uno de los integrantes del grupo aprendimos a valorar la vida y a descubrir a Dios presente en nuestras vidas.

Con Javier compartimos momentos especiales, sus reuniones fueron muy singulares, en cada una de ellas había algo nuevo que aprender para m
ejorar como personas, como pareja de esposos, como padres y como hijos de Dios que tratan de ser mejores cada día.

Padre Javier supo inculcarnos el amor a Dios y a la Eucaristía, su amor a la oración se hacía vida en cada encuentro con el grupo.

Siempre se supo dar tiempo para todo, sus retiros, su trabajo como director espiritual, su trabajo con los jóvenes universitarios, los cursillos de cristiandad, Movimiento Familiar Cristiano, estoy seguro que todas aquellas personas con quienes compartió y a quienes ayudo a crecer en su amor a Dios, ahora al enterarnos de su partida, nos damos cuenta que el amor de Dios es grande a tal punto de poner en nuestro camino a personas como Javier, llenas del amor de Dios y siempre dispuestas a llevarnos de la mano hasta Él.

Gracias Padre Javier por todo, por tu amistad sincera, por tu vocación, que te ha llevado a dejarlo todo y a renunciar a lo tuyo por amor al Padre, Gracias por enseñarnos que no hay nada más grande que el amor de Dios.

Sabemos que el desgarrón es grande, sabemos que no sólo es doloroso para nosotros, lo es también para ti, pero nos consuela el saber que ante todo eres soldado de Cristo, y soldado de la Compañía de Jesús, y en este sentido, tu mayor alegría es hacer la voluntad de Dios.

Desde Chiclayo, seguiremos pidiendo por ti, y seguiremos tratando de poner en práctica tus buenos consejos. A pesar de la distancia, sabremos mantenernos en contacto y Dios mediante algún día volveremos a encontrarnos donde Dios crea conveniente.

No puedo concluir estas líneas, sin dejar de expresar mi gratitud por lo que a mi entender ha sido tu trabajo como religioso a lo largo de estos años aquí en Chiclayo, hiciste tuyas las palabras de nuestro Señor Jesucristo:
“A vosotros os he llamado amigos, pues todas las cosas que de mi Padre oí os las di a conocer” (Mt. 11, 28 – 30).

Gracias, y Que Dios te siga bendiciendo, Padre Javier.

Posteado por Marco Alberca 12:18 p. m.  

0 Comments:

Post a Comment