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SER PADRE… ES AYUDAR AL HIJO A SER FELIZ


A lo largo de nuestra vida, nos hemos preparado para muchas cosas, sin embargo cuando llegó el momento de asumir la paternidad, no hubo mayor preparación, aprendimos en el camino.

Quienes tenemos la dicha de llamarnos “padres” sabemos que son los años los que nos van otorgando un cierto grado de experiencia y autoridad en este tema. Tan solo se requiere apertura y buena voluntad. Luego, el tiempo será el encargado de enseñarnos a sortear el sinnúmero de dificultades que en el camino se irán presentando, Alegrías y tristeza, errores y aciertos nos van dando la oportunidad de aprender a guiar a nuestros hijos en su crecimiento como personas.

Por eso considero que ser padre, es básicamente ser maestro, digo esto por una sencilla razón, los hijos aprenden a amar a partir del amor que descubren en sus padres, aprenden a perdonar viendo a sus padres perdonarse, y es que los hijos vienen al mundo completamente indefensos, con una serie de potencialidades que necesitan ser desplegadas, entonces, quien mejor que sus padres para mostrarles el camino a seguir.

Se dice que los padres son los primeros y grandes educadores de sus hijos, cuanta verdad encierra esta frase, toda vez que los hijos aprenden de las vivencias, de los ejemplos y testimonios de vida de sus padres, a este propósito viene bien considerar , aquella frase del poeta Rabindranath Tagore: “No es el martillo el que deja perfectas las piedras, sino el agua con su danza y canción”.

No son las llamadas de atención , las reprimendas las que nos ayudan a formar a los hijos, son los consejos y orientaciones de los padres dentro del hogar lo que finalmente ayuda a crecer. Negarnos a compartir nuestra vida con ellos, es negarles la posibilidad de crecer junto a quienes deben ser su modelo.

Los hijos aprenden a ser buenas personas compartiendo con sus padres, cuando un padre no asume con ilusión su misión, sino que abandona a su suerte al hijo, pensando que el solo está en condiciones de prepararse para la vida, pone en riesgo su realización como persona.

Padres, procurémonos un espacio para reflexionar con seriedad y en profundidad, que es lo que queremos realmente para nuestros hijos, estoy seguro que todos coincidiremos en afirmar que lo que verdaderamente buscamos es su felicidad, será sencillo enseñarles a ser felices, si como padres les mostramos que verdaderamente lo somos.

Recordemos esto, educamos con el ejemplo.

Posteado por Marco Alberca 3:30 a. m.  

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