Vivir para ser felices
miércoles, julio 18, 2007
Vivimos la vida, casi siempre cual si fuese un pesado lastre, al cual hay que arrastrar porque sencillamente no nos queda otra cosa por hacer. Olvidando o mejor dicho, no queriendo intentar ver el verdadero sentido y valor de esta nuestra existencia. Son los problemas del día a día que se van acrecentando y van logrando oscurecer nuestra visión de las cosas o simplemente el haber aprendido a vegetar o caminar rutinariamente, lo que hace que mi vida, tu vida, su vida, esa vida, aquella vida, cada día pierda su horizonte.
Resulta verdaderamente importante, el que de cuando en cuando hagamos un alto en nuestro caminar, para reflexionar en torno al valor e importancia de la vida que nos ha tocado vivir.
Quienes somos adultos y de alguna manera tenemos ingerencia en los niños y jóvenes, debemos interiorizar con más fuerza el sentido de la vida, puesto que es a nosotros, padres de familia, profesores, orientadores, a quienes se nos encomienda de alguna manera el acompañar y ayudar a darle sentido a la vida de tantos niños y jóvenes que intentan aprender a caminar por si solos, a veces sin rumbo claro, y lo que es más lamentable, caminar imitando a muchos adultos que consideran que sus vidas no valen la pena ser vividas. Que tristeza el tener como modelos de vida a quienes no tienen nada que ofrecer pues su vida no es más que un pozo seco, oscuro y profundo.
Debemos llegar a entender que Dios no nos ha dado la vida para sufrir, no tendría sentido; la vida, Dios nos la ha dado para ser felices, para fructificar con ella, para alcanzar metas, para realizarnos como personas, para hacer frente a los problemas del día a día, es claro que sólo lo lograremos con esfuerzo con tesón, con garbo, con verdadero deseo de hacer bien las cosas.
Posteado por Marco Alberca 4:01 p. m.
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