“Vivir del Amor de Dios”
miércoles, enero 17, 2007
“San Agustín nos dice: «Ama y haz lo que quieras». ¿Lo hemos entendido bien, o todavía la obsesión por aquello que es secundario ahoga el amor que hay que poner en todo lo que hacemos? Trabajar, perdonar, corregir, ir a misa los domingos, cuidar a los enfermos, cumplir los mandamientos..., ¿lo hacemos porque toca o por amor de Dios?”. Ayer, después de leer este texto, he sentido la necesidad de revisar a fondo mí vivir de creyente, y es que encuentro que muchas de las veces, las acciones que realizo, las cumplo simplemente porque así está establecido, más no por amor a Dios, y claro de esa forma todo lo que hago pierde su valor, pierde trascendencia.
Cuanta razón guardan las palabras de San Pablo cuando en su carta a los Corintios nos dice: “Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas”… ; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. ..
Es verdad puedo realizar muchas cosas, pero todo finalmente termina cayendo en el vacío, en la rutina y claro todo, termina por cansarnos y como es de esperar se acaba la ilusión se acaba el compromiso, se pierde hasta la fe.
Posteado por Marco Alberca 9:43 a. m.
Etiquetas: Espiritualidad